Asesinaron a dos misioneros estadounidenses en Haití: Washington pidió el rápido despliegue de la fuerza internacional
La administración de Joe Biden insistió en que la isla no puede esperar más para recuperar el orden y lamentó el fallecimiento de Natalie y Davy Lloyd, hija y yerno del legislador Ben Baker
Estados Unidos insistió este viernes en su pedido por un urgente despliegue en Haití de la fuerza internacional de seguridad que liderará Kenia dado que la ola de violencia en el país es cada vez más aguda.
“La situación de seguridad en Haití no puede esperar”, sostuvo un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional y recordó que, poco antes, el presidente Joe Biden había transmitido a su homólogo de Kenia todo su apoyo para el “despliegue urgente” de la misión.
Si bien el contexto del país centroamericano es crítico desde hace meses, este viernes, la muerte de dos estadounidenses en un ataque perpetrado por bandas criminales impulsó los reclamos de la Casa Blanca por una acción inmediata contra la delincuencia. La ONG Misiones en Haití confirmó que este jueves por la noche dos de sus voluntarios habían sido sorprendidos por los criminales y asesinados. Se trata de Davy y Natalie Lloyd, hija y yerno del legislador republicano Ben Baker, y el director del grupo religioso, el haitiano Jude Montis.
“Davy, Natalie y Jude fueron asesinados a tiros por una pandilla alrededor de las 9 de la noche. Estamos devastados”, informó la organización en su cuenta de Facebook mientras que el político escribió: “Mi corazón está partido en mil pedazos. Nunca había sentido este tipo de dolor. Fueron juntos al cielo. Por favor, oren por mi familia, necesitamos fuerza desesperadamente, y oren también por la familia de Lloyd. No tengo otras palabras por ahora”.
Desde la Casa Blanca también repudiaron el ataque y aseguraron que “nuestros corazones están con las familias de los asesinados, que sufren un dolor inimaginable”. Naciones Unidas sumó su condena y apuntó que se trata de “otro ejemplo de la violencia que no perdona a nadie en Haití”, exponiendo lo delicado de la situación.
Natalie y Davy, que contrajeron matrimonio en agosto de 2022, se mudaron a Haití a finales de aquel año para asistir a la sociedad, azotada por la violencia y la crisis económica, específicamente a los niños.
El espiral de violencia, matanzas, secuestros y ataques en el país se agudizó el pasado febrero, momento desde el cual se ven a menudo motines en las cárceles, liberación de prisioneros, toma de establecimientos y disturbios en las calles. Ni siquiera la renuncia del primer ministro Ariel Henry, la conformación de un consejo de transición y la designación de Edgard Leblanc para el cargo lograron restaurar el orden.
El pasado 19 de mayo, Leblanc llamó a la unidad nacional para resolver la crisis y reconstruir el país. “No hay territorios perdidos. Cada metro de nuestro territorio es posesión del Estado haitiano. La bandera haitiana, símbolo de la autoridad del Estado, ondeará pronto en todas partes para indicar claramente que el reinado de la inseguridad permanente está llegando a su fin. Necesitamos un nuevo comienzo para que el espíritu de la bandera se haga realidad”, declaró en un discurso.
Sin embargo, en la práctica, será mucho más difícil de conseguir. Algunas zonas, como el departamento del Oeste, donde está la capital, se encuentran bajo toque de queda desde hace más de un mes, a la espera de la llegada de la asistencia externa que asista a la diezmada policía y ponga fin al reinado de las mafias. En ese sentido, durante su visita de Estado a Washington, el presidente de Kenia, William Ruto, reiteró a Biden el compromiso de que sus oficiales de élite acaben con las pandillas.
(Con información de AFP, EFE y Europa Press)